A veces en la vida hay situaciones en las que uno se plantea si realmente no tendría ningún valor escoger la opción 2, mandar todo al carajo. Es un planteamiento oscuro al que se puede llegar cuando ves que el mundo se rige por injusticias, o más simplemente por dinero.
Al fin y al cabo, todo se reduce a eso, a que a unos pocos el deseo de poseer les a poseído a ellos, pero no nos engañemos, quién de nosotros se cree Gandhi, somos unos necios pues nos deseamos más entre las paredes de una mansión que entre las frágiles paredes de una choza, por muy felices que podamos ser.
Todo se reduce a bienestar y no son los poderosos demonios sedientos de poder muy diferentes de lo que seríamos nosotros si tubieramos su poder entre nuestras manos.
Al fin y al cabo o venimos todos del mismo Adán y Eva o del mismo tubo de ensayo y eso nos hace sino iguales, parecidos...quien sabe...
